domingo, 23 de diciembre de 2012

Secretos para bien amar

                                                          

Secretos para bien amar
Sacrificio.
Sin sacrificio no hay amor, porque para amar realmente hay que satisfacer a la persona amada, y esto no se logra sin sacrificarse por ella, porque muchas veces tendremos que ser abnegados para buscar el bien del otro, incluso por encima de nuestro propio bien.
Por eso en este mundo, al venir a menos la penitencia y el espíritu de renuncia, ha venido a menos el amor, y las parejas ya no duran, y los matrimonios no aguantan unidos sino que se separan. ¿Y por qué esto? Porque no hay amor, es decir, porque no hay sacrificio. Se quiere “pasarlo bien” y usar al otro en provecho propio, sin entregar nada en cambio. No hay visión sobrenatural de las cosas, sino que todo se ve desde el punto de vista material.
Es tiempo de que nos demos cuenta de que es el demonio quien está detrás de todo este movimiento de buscar exasperadamente el placer y huir del sufrimiento, porque no es eso lo que nos enseñó Nuestro Señor en el Evangelio, ya que Él bien claro lo dijo: “Quien quiera venir en pos de Mí, que renuncie a sí mismo, que cargue su cruz cada día y me siga”. No hay otro camino para amar que el de entregarse y sufrir por el bien del otro.
Es hora de que empecemos a trabajar nuestra voluntad con pequeños sacrificios, con pequeñas renuncias, para fortalecer nuestra voluntad y estar así en condiciones de amar a los demás.

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