Oración para conservar la castidad y la santa pureza de Stº Tomás de Aquino
“¡Oh mi buen Jesús!, bien sé que todo don perfecto, y más que cualquier otro el de la castidad, depende del poderosísimo influjo de tu providencia, y que sin ti el hombre no puede hacer nada. Te ruego, por eso, que defiendas con tu gracia la castidad y pureza de mi cuerpo y de mi alma. Y si hubiese de recibir cualquier impresión del sentido que pudiese manchar la castidad y pureza, Tú, que eres el supremo Señor de todas mis potencias, bórrala, para que pueda, con corazón inmaculado, avanzar en tu servicio, ofreciéndome casto, todos los días de mi vida, en el altar de tu divinidad.”
Esta oración la debemos memorizar todos y ensañársela a los niños y jóvenes.
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