Lectio:
Lunes, 20 Enero, 2014
Tiempo ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la oración de tu pueblo, y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por nuestro Señor. Amen.
2) Lectura
Del santo Evangelio según Marcos 2,18-22
Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día. Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echarían a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.»
3) Reflexión
• Los cinco conflictos entre Jesús y las autoridades religiosas:
En Mc 2,1-12 vimos el primer conflicto. Era entorno al perdón de los pecados.
En Mac 2,13-17, el segundo conflicto trataba de la comunión de mesa con los pecadores.
El evangelio de hoy habla del tercer conflicto sobre el ayuno.
Mañana tendremos el cuarto conflicto alrededor de la observancia del sábado (Mc 2,13-28).
Pasado mañana el último de los cinco conflictos será alrededor de la curación en día de sábado (Mc 3,1-6).
El conflicto sobre el ayuno ocupa el lugar central. Por esto, las palabras medio sueltas sobre la tela nueva y el vestido viejo y sobre el vino nuevo en odre nuevo (Mc 2,21-22) hay que entenderlas como una luz que arroja su claridad también sobre los otros cuatro conflictos, dos antes y dos después.
• Jesús no insiste en la práctica del ayuno. El ayuno es una costumbre muy antigua, practicada en casi todas las religiones. Jesús mismo la practicó durante cuarenta días (Mt 4,2). Pero él no insiste con los discípulos para que hagan lo mismo. Los deja libres. Por eso, los discípulos de Juan Bautista y de los fariseos, que estaban obligados a ayunar, quieren saber porqué Jesús no insiste en el ayuno.
• El novio, está con ellos, así que no precisan ayunar. Jesús responde con una comparación. Cuando el novio está con sus amigos, es decir, durante la fiesta de la boda, los amigos no precisan ayunar. Jesús se considera el novio. Los discípulos son amigos del novio. Durante el tiempo en que él, Jesús, estuvo con los discípulos, hay fiesta. Llegará el día en que el novio dejará de estar, y en ese momento, si ellos quieren, podrán ayunar. Jesús alude a su muerte. Sabe y siente que, si continúa por este camino de libertad, las autoridades religiosas van a querer matarlo.
• Remiendo nuevo sobre una tela vieja, vino nuevo en odre nuevo. Estas dos afirmaciones de Jesús, que Marcos coloca aquí, aclaran la actitud crítica de Jesús ante las autoridades religiosas. No se pone un remiendo nuevo sobre una tela vieja, porque a la hora de lavar la tela, el remiendo nuevo encoge, tira de la tela vieja y la estropea más aún. Nadie pone vino nuevo en un odre viejo, porque la fermentación del vino nuevo hace estallar el odre viejo. ¡Vino nuevo en odre nuevo! La religión defendida por las autoridades religiosas era como una ropa vieja, como un odre viejo. No se debe querer combinar lo nuevo que trae Jesús con costumbres antiguas. No se puede querer reducir la novedad de Jesús a la medida del judaísmo. ¡O el uno, o el otro! El vino nuevo que Jesús trae hace estallar el odre viejo. Hay que saber separar las cosas. Jesús no está contra lo que es “viejo”. Lo que quiere evitar es que lo viejo se imponga a lo nuevo y, así, le impediría manifestarse. Sería lo mismo que reducir el mensaje del Concilio Vaticano II al catecismo anterior al Concilio, como algunos están queriendo hacer.
4) Para la reflexión personal
• A partir de la experiencia profunda de Dios que lo animaba por dentro, Jesús tuvo mucha libertad en relación con las normas y prácticas religiosas. Y hoy ¿tenemos esa misma libertad o nos falta la libertad de los místicos?
• Remiendo nuevo sobre tela vieja, vino nuevo en odre viejo. ¿Hay esto en mi vida?
5) Oración final
Y nosotros hemos conocido
y hemos creído en el amor
que Dios nos tiene.(1Jn 4,16)
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