Beato Carlos de Foucauld (1858-1916)
Jesús en la Sagrada Eucaristía
Tú estás aquí, Señor en la Sagrada Eucaristía, a dos pasos de mí, dentro de ese Tabernáculo. Tu cuerpo, tu alma, tu humanidad, tu divinidad, todo tu ser esta ahí presente con sus dos naturalezas. Dios mío, qué cerca estás de mí, Jesús, Salvados mío, Hermano, Esposo y Bien Amado de mi alma. NO estabas más cerca de la Virgen Santísima, durante los nueve meses que te llevó en su vientre, de lo que lo estás de mí cuando te recibo en la comunión. NO estabas mas cerca de la Virgen Santísima y de San José en el Pesebre o en la casa de Nazaret o durante la huída a Egipto y en todos los instantes de aquella vida de familia, de lo que estás ahora de mí, y de lo que lo estuviste tantas otras veces dentro de este sagrario. Santa Magdalena, sentada a tus pies en Betania, no estaba más cerca de ti que yo, ahora, al pie de este altar. Y tú no estabas más cerca de tus Apóstoles , cuando te sentabas en medio de ellos, de lo que lo estás ahora de mí, Dios mío. Cuánta felicidad la mía. Estar a solas contigo en mi celda y conversar contigo en el silencio de la noche, es muy grato, Señor, porque en mi celda estás presente según tu divinidad y también según tu gracia; pero quedarme en ella cuando podría estar delante del Santísimo Sacramento, es obrar como si Santa Magdalena, sabiéndote en Betania, se hubiera quedado a solas en su casa, dedicada a pensar en ti. Besar los lugares que tú santificastes en tu vida mortal, como las piedras de Getsemaní y las del monte Calvario, y el suelo del camino doloroso, y las aguas del mas de Galilea, puede ser acto de piedad, y muy dulce; pero no debe preferirse a tu Tabernáculo, porque sería abandonar a Jesús vivo, dejarlo sólo cuando puedo estar en su presencia, para ir a venerar unas piedras muertas, en las cuales no está; sería dejar su habitación y su divina compañía para ir a besar el suelo de un aposento que alguna vez ocupó, pero que ya no habita. Dejar el tabernáculo para ir a venerar estatuas, es dejar la compañía de Jesús vivo para ir a otro lugar a reverenciar su retrato. ¿Qué tiempo estima mejor empleado aquel que ama, sino el tiempo que pasa junto al objeto de su amor? A menos que la voluntad o el bien del amado no requieran su alejamiento.
Allí donde esté la Sagrada Hostia, allí está Dios vivo, allí está tu Salvador con la misma realidad con que vivió y habló en Galilea y en Judea, con la misma realidad con que está ahora en el Cielo. No pierdas nunca por culpa tuya una sola comunión: una comunión es más que la vida, más que todos los bienes del mundo, más que todo el universo, es Dios mismo, soy Yo, Jesús. ¿Hay algo que pueda preferirse a mi Persona? Por muy poco que me ames, ¿te atreverías a perder voluntariamente la gracia que te ofrezco de entrar así en tu interior? Ámame con toda la amplitud de tu corazón y con toda sencillez.
Además de la comunión sacramental diaria es muy importante hacer muchas comuniones espirituales, porque, habiendo comulgado sacramentalmente, ¡renuevan las gracias!
CARLOS DE FOUCAULD (Hermano Carlos de Jesús) nace en Francia, en Estrasburgo, el 15 de septiembre 1858. Huérfano a los 6 años, creció con su hermana Maria, bajo los cuidados de su abuelo, orientándose hacia la carrera militar.
Adolescente, pierde la fe. Conocido por su gusto de la vida fácil él revela, no obstante una voluntad fuerte y constante en las dificultades. Emprende una peligrosa exploración a Marruecos (1883- 1884). El testimonio de fe de los Musulmanes despierta en él un cuestionamiento sobre Dios: «Dios mío, si existes, haz que te conozca ».
Regresando a Francia, le emociona mucho la acogida discreta y cariñosa de su familia profundamente cristiana, y comienza una búsqueda. Guiado por un sacerdote, el Padre Huvelin, él encuentra a Dios en octubre 1886.Tiene 28 años. «Enseguida que comprendí que existía un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa que de vivir sólo para El».
Durante una peregrinación a Tierra Santa descubre su vocación: seguir Jesús en su vida de Nazareth. Pasa 7 años en la Trapa, primero N.S. de las Nieves, después Akbes, en Syria. Enseguida después, él vive solo en la oración y adoración cerca de las Clarisas de Nazareth.
Ordenado sacerdote a los 43 años (1901) parte al Sahara, primero Beni-Abbes, después Tamanrasset en medio de los Tuaregs del Hoggar. Quiere ir al encuentro de los más alejados, «los más olvidados y abandonados».Quiere que cada uno de los que lo visiten lo consideren como un hermano, «el hermano universal». El quiere «gritar el evangelio con toda su vida» en un gran respeto de la cultura y la fe de aquellos en medio de los cuales vive. «Yo quisiera ser lo bastante bueno para que ellos digan: “Si tal es el servidor, como entonces será el Maestro...”?».
En el atardecer del 1° de Diciembre 1916, fue matado por una banda que rodeó la casa.
Siempre soñó compartir su vocación con otros: después de haber escrito varia reglas religiosas; pensó que esta «vida de Nazareth» podía ser vivida en todas partes y por todos. Actualmente la «familia espiritual de Charles de Foucauld» comprende varias asociaciones de fieles, comunidades religiosas e institutos seculares de laicos y sacerdotes.
Adolescente, pierde la fe. Conocido por su gusto de la vida fácil él revela, no obstante una voluntad fuerte y constante en las dificultades. Emprende una peligrosa exploración a Marruecos (1883- 1884). El testimonio de fe de los Musulmanes despierta en él un cuestionamiento sobre Dios: «Dios mío, si existes, haz que te conozca ».
Regresando a Francia, le emociona mucho la acogida discreta y cariñosa de su familia profundamente cristiana, y comienza una búsqueda. Guiado por un sacerdote, el Padre Huvelin, él encuentra a Dios en octubre 1886.Tiene 28 años. «Enseguida que comprendí que existía un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa que de vivir sólo para El».
Durante una peregrinación a Tierra Santa descubre su vocación: seguir Jesús en su vida de Nazareth. Pasa 7 años en la Trapa, primero N.S. de las Nieves, después Akbes, en Syria. Enseguida después, él vive solo en la oración y adoración cerca de las Clarisas de Nazareth.
Ordenado sacerdote a los 43 años (1901) parte al Sahara, primero Beni-Abbes, después Tamanrasset en medio de los Tuaregs del Hoggar. Quiere ir al encuentro de los más alejados, «los más olvidados y abandonados».Quiere que cada uno de los que lo visiten lo consideren como un hermano, «el hermano universal». El quiere «gritar el evangelio con toda su vida» en un gran respeto de la cultura y la fe de aquellos en medio de los cuales vive. «Yo quisiera ser lo bastante bueno para que ellos digan: “Si tal es el servidor, como entonces será el Maestro...”?».
En el atardecer del 1° de Diciembre 1916, fue matado por una banda que rodeó la casa.
Siempre soñó compartir su vocación con otros: después de haber escrito varia reglas religiosas; pensó que esta «vida de Nazareth» podía ser vivida en todas partes y por todos. Actualmente la «familia espiritual de Charles de Foucauld» comprende varias asociaciones de fieles, comunidades religiosas e institutos seculares de laicos y sacerdotes.
me maravilla su vida solo, sin sentir ninguna sensacion de Dios, y sin embargo siguio su camino nunca tuvo fruto, y sin embargo al morir su esencia se multiplico como el trigo, que santidad grandiosa
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