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la Novena:
El
Viernes Santo
NOVENA Y CORONILLA DE LA
DIVINA MISERICORDIA
LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA
Jesús, yo confío en Ti
Del Diario de Sor María Faustina Kowalska, a
quien en el siglo XX se apareció Jesucristo.
Jesús ha dicho: “Prometo al alma que venere esta imagen no perecerá. Prometo también ya
en esta tierra, pero en particular en la hora de la muerte, la victoria sobre
los enemigos. Yo mismo la defenderé como a mi propia Gloria. Ofrezco a los
hombres el recipiente con el cual deben venir a la fuente de la Misericordia.
El recipiente es esta imagen con la inscripción “Jesús, yo confío en Ti”
“Mediante
esta imagen ofrezco muchas Gracias para las almas. Por eso toda alma tenga
acceso a ella. Los dos rayos representan la Sangre y el Agua. El rayo pálido
representa el Agua que justifica a las almas; el rayo rojo representa la Sangre
que es la vida de las almas... Ambos rayos salieron de lo íntimo de mi
Misericordia, cuando en la Cruz mi Corazón, ya en agonía, fue desgarrado con la
lanza. Estos rayos defienden a las almas del enojo de mi Padre. Dichoso el que
viva a su sombra porque no lo golpeará la justa mano de Dios. Deseo que el
primer domingo después de Pascua sea la Fiesta de la Misericordia. Pide a mis
siervos fieles que aquel día hable al mundo entero de esta mi grande
Misericordia que, en ese día, quien se acerque a la fuente de la vida
conseguirá la remisión total de las culpas y de las penas. La humanidad no
encontrará paz, mientras no se vuelva con confianza a mi Misericordia.”
Antes de la Ascensión, el Señor dijo: “Estaré
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
Jesús dijo también: “Oh, cuánto me hiere la desconfianza de un alma. Esa alma reconoce que
soy Santo y Justo, y no cree que soy Misericordioso, no tiene confianza en mi
Bondad. También los demonios admiran mi Justicia, pero no creen en mi Bondad.
Mi corazón goza con el título de Misericordia. Anuncien a todos que la
Misericordia es el más grande atributo de Dios. Todas las obras de mis manos
están coronadas por la Misericordia”. “Amo a Polonia de manera particular y, si
obedece a mi Querer, la exaltaré en poder y santidad. De ella saldrá la
centella que preparará al mundo a mi última venida.”
“Quien
es Dios en su Esencia nadie podrá desentrañarlo, ni la mente angélica ni
humana. Trata de conocer a Dios a través de la meditación de sus atributos”.
“Anuncien mi gran
Misericordia para las almas de los pecadores. El pecador no debe tener miedo de
acercarse a Mí. Mi corazón está colmado de gran Misericordia por las almas y
sobre todo por los pobres pecadores. Oh si pudieran comprender que Yo soy para
ellos el mejor de los padres, que para ellos ha brotado de mi Corazón Sangre y
Agua, como de un manantial desbordante de Misericordia; que para ellos vivo
como hostia en el Tabernáculo y como Rey de Misericordia deseo colmar a las
almas de Gracias, perro no quieren aceptarlas. Ven tú por lo menos lo más
seguido posible a tomar las Gracias, que ellos no quieren aceptar y con esto
consolarás mi Corazón.”
Dios ha prometido una gran Gracia especialmente
a ti y a todos “aquellos que proclamarán
mi gran Misericordia. Yo mismo los defenderé en la hora de la muerte, como mi
Gloria aunque los pecados de las almas fuesen negros como la noche, cuando un
pecador se dirige a mi
Misericordia, me rinde la gloria más grande y es un honor para mi Pasión.
Cuando un alma exalta mi Bondad, entonces satanás tiembla y huye a lo más
profundo del infierno... Las almas que difunden el culto de mi Misericordia,
las protejo a lo largo de su vida como una madre cariñosa (protege) a su niño,
todavía lactante y a la hora de la muerte no seré para ellos su Juez sino su
Salvador misericordioso. En esta última hora el alma no tiene nada en su
defensa, aparte de mi Misericordia. Feliz el alma que durante la vida se ha
sumergido en la fuente de la Misericordia, ya que la Justicia no la alcanzará”
Todo acercamiento a Dios nos viene concedido
por Jesús, en El y por El. “Mi
Misericordia ha llegado a las almas a través del Corazón divino y humano de
Jesús, como un rayo de sol a través de un cristal”
“Las
Gracias que te concedo no son solamente para ti, sino también para un gran
número de almas... Y en tu corazón está
mi estable morada; a pesar de la miseria que eres, me uno a ti, te quito tu
miseria y te doy mi Misericordia. En cada alma cumplo la obra de la Misericordia
y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a
mi Misericordia. Quien confía en mi Misericordia no perecerá porque todos sus
asuntos son míos y los enemigos se estrellarán a los pies de mi escabel...”
“Oh, qué enorme caudal de
Gracias derramaré sobre las almas que recen esta coronilla: las entrañas de mi
Misericordia se enternecen por aquellos que rezan la coronilla. Anota estas
palabras, hija mía, habla al mundo de mi Misericordia. Que toda la humanidad
conozca mi insondable Misericordia. Es la señal de los últimos tiempos, después
de ella vendrá el día de la Justicia. Cuando todavía queda tiempo, que recurran
al manantial de mi misericordia; que aprovechen de la Sangre y el Agua que
brotó para ellos.”
“Haz
todo lo que está a tu alcance en la obra de la Misericordia. Deseo que a mi
Misericordia se rinda culto. Doy a la humanidad la última tabla de salvación,
es decir el refugio en mi Misericordia. Mi corazón goza por esta Fiesta... Me
procuran una gran alegría las almas que recurren a mi Misericordia. A estas
almas les concedo Gracias por encima de sus deseos. No puedo castigar, aun al
pecador más grande, si él recurre a mi compasión, sino que lo justifico en
(nombre de) mi insondable e impenetrable Misericordia. Antes de que Yo venga
como Juez justo, abro de par en par las puertas de mi Misericordia. Quien no
quiere pasar a través de la puerta de la Misericordia, deberá pasar a través de
la puerta de mi Justicia... Para castigar tengo toda la eternidad y ahora
prolongo a los hombres el tiempo de la Misericordia... ¿Crees acaso que has
escrito suficiente acerca de mi Misericordia? Lo que has escrito es apenas una
gotita frente a un océano. Yo soy el Amor y la Misericordia misma, no existe
miseria que pueda medirse con mi Misericordia. No la agota la miseria, ya que
del momento que se da, aumenta. El alma que confía en mi Misericordia es la más
feliz, porque Yo mismo tengo cuidado de ella.”
ACERCA DE LA CONFESIÓN
“Dile a las almas dónde
deben buscar consuelo: en el Tribunal de mi Misericordia. Allí tienen lugar los
más sorprendentes milagros que se repiten incesantemente. Para obtener este
milagro no es necesario hacer peregrinaciones en tierras lejanas, ni celebrar
ritos solemnes exteriores, basta sino llegarse con Fe a los pies de mi
representante (el sacerdote) y confesarle la propia miseria y el milagro de la
Divina Misericordia se manifestará en toda su plenitud. Aun si un alma
estuviese en descomposición como un cadáver y humanamente sin ninguna
posibilidad de resurrección y todo estuviera perdido, no sería así para Dios:
un milagro de la Divina Misericordia resucitará esta alma en toda su plenitud.
¡Infelices los que no aprovechan, de este milagro de la Misericordia Divina! ¡Lo
invocarán en vano cuando sea demasiado tarde!”
LA NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA
Jesús, Yo confío en Ti
Novena a la Divina Misericordia que Jesús ha
ordenado a Sor María Faustina Kowalska escribir y hacer antes de la fiesta de
la Misericordia. Comienza el Viernes Santo.
“Deseo que durante estos nueve
días tú traigas las almas a la fuente de mi Misericordia, para que saquen
fuerza, alivio y toda Gracia, que necesiten en las dificultades de la vida y
especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón un grupo
distinto de almas y las sumergirás en el mar de mi Misericordia. Y Yo a todas
estas almas las introduciré a la casa de mi Padre... Cada día pedirás a mi
Padre las Gracias para estas almas por mi dolorosa Pasión”
“Deseo conceder la
remisión total a las almas que se acerquen a la confesión y a la Santa Comunión
en el día de la fiesta de mi Misericordia (el primer domingo después del
domingo de Resurrección). No temáis nada, Yo siempre estoy contigo, aunque
parezca que no esté”
Dios ha dicho: “Esta plegaria sirve para aplacar mi Ira. La rezarás por nueve días
con un rosario común, del modo siguiente: primero dirás un Padre Nuestro, un
Ave María y Credo. Después en las cuentas del rosario correspondiente al
Padrenuestro dirás:
“Padre Eterno, te
ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad, de tu Amadísimo Hijo
nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y de los del mundo
entero.”
En las cuentas del
Ave María, dirás las siguientes palabras:
"Por su Dolorosa
Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."
Para terminar la
“Coronilla”, dirás tres veces:
“Santo Dios, Santo
Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero".
"Reza incesantemente
este rosario que te he enseñado. Todo aquel que lo rece se hará acreedor a la
Misericordia a la hora de la muerte. Mi Misericordia envolverá en vida y
especialmente a la hora de la muerte, a las almas que recen esta coronilla...
Cuando será rezada esta coronilla al lado de los agonizantes, se obtiene el
perdón para el agonizante, se aplaca la ira de Dios y la inescrutable
Misericordia envuelve al alma. Jesús se pondrá entre el alma agonizante y el
Padre no como Justo Juez, sino como Salvador misericordioso.”
Jesús dijo: “Con la coronilla obtendrás todo lo que pides si es conforme a mi
Voluntad”
El Amor de Dios es la flor y la Misericordia es
el fruto.
Que el alma que duda, lea estas consideraciones
sobre la Divina Misericordia y se haga confiada.
Misericordia Divina, que brota del seno del
Padre, en Ti confío
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios,
en Ti confío
Misericordia Divina, misterio incomprensible,
en Ti confío
Misericordia Divina, fuente que brota del
misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío
Misericordia Divina, insondable para todo
entendimiento humano o angélico, en Ti confío
Misericordia Divina, de donde brotan toda vida
y felicidad, en Ti confío
Misericordia Divina, más sublime que los cielos,
en Ti confío.
Misericordia Divina, fuente de milagros y
maravillas, en Ti confío.
Misericordia Divina, que abarca todo el
universo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que baja al mundo en la
Persona del Verbo Encarnado, en Ti…
Misericordia Divina, que manó de la herida
abierta del Corazón de Jesús, en Ti…
Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de
Jesús para nosotros y especialmente para los pecadores, en Ti…
Misericordia Divina, impenetrable en la institución
de la Sagrada Hostia, en Ti…
Misericordia Divina, en la institución de la
Santa Iglesia, en Ti confío.
Misericordia Divina, en el sacramento del Santo
Bautismo, en Ti confío.
Misericordia Divina, en nuestra justificación
por Jesucristo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompaña durante
toda la vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos abraza
especialmente a la hora de la muerte, en Ti...
Misericordia Divina, que nos otorga la vida
inmortal, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompaña en cada
momento de nuestra vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos protege del fuego
infernal, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la conversión de los
pecadores empedernidos, en Ti confío.
Misericordia Divina, asombro para los ángeles,
incomprensible para los Santos, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos rescata de toda
miseria, en Ti confío.
Misericordia Divina, fuente de nuestra
felicidad y deleite, en Ti confío.
Misericordia Divina, que de la nada nos
llamó a la existencia. En Ti confío.
Misericordia Divina, que abarca todas las obras
Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la que estamos todos
sumergidos, en Ti confío.
Misericordia Divina, dulce consuelo para los
corazones angustiados, en Ti confío.
Misericordia Divina, única esperanza de las
almas desesperadas, en Ti confío.
Misericordia Divina, remanso de corazones, paz
ante el temor, en Ti confío.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las
almas santas, en Ti confío.
Misericordia Divina, que infunde esperanza,
perdida ya toda esperanza, en Ti confío.
Oh, Dios Eterno, en quien la misericordia es
infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros tu mirada
bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles
no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos
sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos.
PRIMER DÍA
“Hoy
tráeme toda la humanidad y especialmente todos los pecadores y sumérgelos en el
mar de mi Misericordia. Y con esto me aliviarás de la amarga tristeza (en) que
me deja la pérdida de las almas”
Jesús misericordiosísimo, cuya prerrogativa es
la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados,
sino la confianza que tenemos en tu infinita Bondad y acógenos en la morada de
tu piadosísimo Corazón y no nos dejes salir de El por la eternidad. Te lo
suplicamos por el Amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.
Oh Omnipotencia de la Divina Misericordia,
Refugio para el hombre pecador,
Tú (que) eres la Misericordia y un mar de
compasión, ayudas a quien te invoca en humildad
Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia
espacialmente a los pobres pecadores y toda la humanidad, que está encerrada en
el piadosísimo Corazón de Jesús, y por su dolorosa Pasión, muéstranos tu
Misericordia, para que por todos los siglos podamos exaltar la Omnipotencia de
tu Misericordia. Amén.
Rezar la “Coronilla” y las letanías
“Hoy
tráeme las almas de los Sacerdotes y las almas de los religiosos, y sumérgelos
en mi insondable Misericordia. Ellos me han dado la fuerza de superar la amarga
Pasión. Por medio de ellos, como por medio de canales, mi Misericordia fluye
hacia la humanidad”
Misericordiosísimo Jesús, de quien procede todo
bien, aumenta en nosotros la Gracia, para que cumplamos dignas obras de
Misericordia, de manera que cuantos nos observan alaben al Padre de
Misericordia que está en los cielos.
La fuente del Amor de dios,
Vive en los corazones limpios
Purificados en el mar de la Misericordia,
Luminosos como las estrellas, claros como la
aurora.
Eterno Padre, mira con los ojos de tu
Misericordia la legión elegida para tu viña, las almas de los Sacerdotes y las
almas de los religiosos, y dónales el poder de tu bendición, y por los afectos
del Corazón del Hijo tuyo, el Corazón de donde ellos están encerrados,
concédeles el poder de tu Luz, para que puedan guiar a los otros en el camino
de la salvación, de manera de poder cantar todos juntos por toda la eternidad
las alabanzas de tu Misericordia infinita. Amén
TERCER DÍA
“Hoy tráeme todas las
almas devotas fieles, y sumérgelas en el mar de mi Misericordia. Estas almas me
han confortado a lo lardo del camino del Calvario, han sido una gota de alivio
en un mar de amargura”
Oh, Jesús misericordiosísimo, que donas
generosamente a todos, en gran abundancia, tus Gracias desde el tesoro de tu
Misericordia, acógenos en el seno de tu piadosísimo Corazón y no nos dejes
salir de El por toda la eternidad.
Te lo suplicamos por el inefable Amor, del cual
tu Corazón arde por el Padre Celestial.
Son inescrutables las maravillas de tu
Misericordia,
No alcanza a sondearlas el pecador, ni el
justo.
A todos vuelves miradas de compasión,
Y atraes a todos a tu Amor.
Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia a
las almas fieles, como herencia de tu Hijo, y por su Pasión dolorosa concédeles
tu bendición y acompáñalas con tu protección incesante, para que no pierdan el
amor y el tesoro de la santa Fe, sino con toda la legión de ángeles y de los
Santos glorifiquen tu ilimitada Misericordia por los siglos de los siglos.
Amén.
Rezar
la Coronilla y las Letanías.
“Hoy tráeme a los paganos,
a los que no creen en mi, y a aquellos que no me conocen todavía. También en
ellos he pensado en mi amarga Pasión, y su futuro celo me ha aliviado mi
Corazón. Sumérgelos en el mar de mi Misericordia.”
Oh piadosísimo Jesús, que eres la Luz del mundo
entero, acoge en el seno de tu piadosísimo Corazón a las almas de los paganos,
que no te conocen todavía. Los rayos de tu Gracia los ilumine, para que también
ellos, junto a nosotros, glorifiquen los prodigios de tu Misericordia y no los
dejes salir del seno de tu piadosísimo Corazón.
La luz de tu Amor, ilumine las tinieblas de las
almas; haz que estas almas te conozcan
Y glorifiquen con nosotros tu Misericordia.
Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia a
las almas de los paganos y de aquellos que no te conocen todavía, y que están
encerrados en el piadosísimo Corazón de Jesús. Atráelos a la Luz del Evangelio.
Estas almas no saben cuán gran felicidad es la de amarte. Haz que ellos también
glorifiquen la generosidad de tu Misericordia por los siglos de los siglos.
Amén.
Rezar la Coronilla y las Letanías.
QUINTO DÍA
También por aquellos que rasgaron la vestimenta
de tu unidad, brota de tu Corazón una fuente de piedad.
La Omnipotencia de tu Misericordia, Oh Dios, puede
sacar del error también a estas almas.
Misericordiosísimo Jesús, que eres la Bondad
misma, Tú no rehúsas la Luz a los que te la piden; recibe en el seno de tu
piadosísimo Corazón a las almas de los herejes y a las almas de los cismáticos
y atráelos con tu Luz a la unidad de la Iglesia y no los dejes partir del seno
de tu piadosísimo Corazón, sino haz que ellos también glorifiquen la
generosidad de tu Misericordia.
Eterno Padre, mira con los ojos de tu
Misericordia a las almas de los herejes y de los cismáticos, que han disipado
tus bienes y han abusado de tus Gracias persistiendo obstinadamente en sus
errores. No mires a sus errores, sino al Amor del Hijo tuyo y a su amarga
Pasión (que) tomó sobre sí, ya que también ellos están encerrados en el
piadosísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran
Misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Rezar la Coronilla y las Letanías.
SEXTO DÍA
“Hoy tráeme las almas
bondadosas y humildes, y las almas de los niños, y sumérgelas en mi
Misericordia. Estas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me han
sostenido en la amarga pena de la agonía. Los he visto como los ángeles de la
tierra, que habrían velado al lado de mis altares. Sobre ellos derramo mis
Gracias en gran abundancia. Solamente un alma humilde es capaz de recibir mi
Gracia; a las almas humildes concedo mi plena confianza”
Misericordiosísimo Jesús, que has dicho:
“Aprended de Mi que soy mando y humilde de corazón”, recibe en el seno de tu
piadosísimo Corazón a las almas mansas y humildes, y a las almas de los niños.
Estas almas atraen la admiración de todo el Paraíso, y constituyen la
particular complacencia del Padre Celestial; son un manojo de flores delante
del Trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen
permanente morada en el piadosísimo Corazón de Jesús y cantan sin cesar el
himno del Amor y de la Misericordia por la eternidad.
Verdaderamente el alma humilde y mansa,
ya desde
aquí en la tierra, respira del Paraíso y del perfume de su humilde corazón, se
deleita el mismo Creador.
Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia a
las almas mansas y humildes y a las almas de los niños, que están encerradas en
el seno del piadosísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a
tu Hijo; su perfume se eleva de la tierra y alcanza tu Trono. Padre de
Misericordia y de toda Bondad, te suplico por el amor y la complacencia que
tienes por estas almas, bendice al mundo entero, de manera que todas las almas
canten juntas las alabanzas de tu Misericordia por toda la eternidad. Amén.
Rezar la Coronilla y la Letanía.
SÉPTIMO DÍA
“Hoy tráeme las almas que
veneran de modo particular y exaltan mi Misericordia y sumérgelas en mi
Misericordia. Estas almas han sufrido mayormente por mi Pasión y han penetrado
más profundamente en mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón
piadoso. Estas almas resplandecerán de una particular luminosidad en la vida
futura. Ninguna terminará en el fuego del Infierno, defenderé en modo particular
cada una de ellas en la hora de la muerte”
Misericordiosísimo Jesús, cuyo Corazón es el
Amor mismo, acoge en el seno de tu piadosísimo Corazón a las almas que en
particular modo: veneran y exaltan la grandiosidad de tu Misericordia. Estas
almas son fuertes con el poder de Dios mismo, en medio de todo tipo de
tribulaciones y contrariedades, avanzan confiadas en tu Misericordia. Estas
almas están unidas a Jesús y sostienen sobre sus espaldas toda la humanidad.
Ellas no serán juzgadas severamente, sino que tu Misericordia las envolverá en
la hora de la muerte.
El alma que exalta la Bondad de su Señor,
Es por
El particularmente amada,
Está siempre al lado de la fuente viva,
Y saca la Gracia de la Divina Misericordia.
Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia
aquellas almas que exaltan y veneran tu más grande atributo, es decir, tu
insondable Misericordia y que están encerradas en el misericordiosísimo Corazón
de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de
obras de Misericordia y su alma está llena de gozo y canta al Altísimo el himno
de la Misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu Misericordia, según la
esperanza y la confianza que han puesto en ti; se cumpla en ellos la promesa de
Jesús que les ha dicho: “Las almas que honrarán mi insondable Misericordia, Yo
mismo las defenderé como gloria mía (tanto) en la vida, como especialmente en
la hora de la muerte”
Rezar la Coronilla y las Letanías.
OCTAVO DÍA
Misericordiosísimo Jesús que dijiste:
“Misericordia quiero”, he aquí que yo llevo al cobijo de tu piadosísimo Corazón
a las almas del Purgatorio, almas que te son muy queridas y que deben
satisfacer todavía tu Justicia. Los torrentes de la Sangre y del Agua que han
brotado de tu Corazón, apaguen el fuego del Purgatorio, de manera que también
allí sea glorificado el poder de tu Misericordia.
Del tremendo ardor del fuego del Purgatorio
Se levanta un lamento a tu Misericordia,
Y reciben consuelo, alivio y refrigerio
En el torrente desbordado
Por la Sangre y por el Agua.
Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia a
las almas que sufren en el Purgatorio, y están encerradas en el piadosísimo
Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de tu Hijo Jesús y por toda
la amargura de que fue inundada su santísima alma, muestra tu Misericordia a
las almas que están bajo la mirada de tu amadísimo Hijo Jesús, ya que nosotros
creemos que tu Bondad y tu Misericordia son sin límites
Rezar la Coronilla y las Letanías.
“Hoy tráeme las almas
tibias, y sumérgelas en el abismo de mi Misericordia. Estas almas hieren mi
Corazón de la manera más dolorosa. Mi alma en el Huerto de los Olivos ha
sentido la repugnancia más grande por un alma tibia. Han sido ellas la causa
por la cual he dicho: Padre, aleja de mí este Cáliz, si es esta tu Voluntad.
Para ellas recurrir a mi Misericordia constituye la última tabla de salvación”
Piadosísimo Jesús que eres la Bondad misma,
introduzco en el seno de tu piadosísimo Corazón las almas tibias. Pueden
calentarse en tu puro Amor estas almas de hielo, que se parecen a cadáveres y
suscitan en Ti tanta repugnancia. Oh Jesús piadosísimo, usa la Omnipotencia de
tu Misericordia y atráelas en el ardor mismo de tu Amor y concédeles el Amor
santo, ya que puedes todo.
El fuego y el hielo no pueden estar juntos,
Ya que, o se apaga el fuego o se derrite el
hielo.
Pero tu Misericordia, Oh Dios, puede socorrer
miserias todavía mayores.
Eterno Padre, mira con ojos de Misericordia a
las almas tibias, que están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre
de la Misericordia, te suplico por la amargura de la Pasión de tu Hijo y por su
agonía de tres horas en la Cruz, permite que también ellas alaben el abismo de
tu Misericordia...
Rezar la Coronilla y las Letanías.
"JESÚS EN TI CONFÍO"
.
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