jueves, 22 de marzo de 2012

Carta a un hermano Sacerdote - (15)



  
15
Rosas en la nieve

Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe
12 de diciembre de 1993


Querido padre Tomás:

          Hay pocas ventajas cuando se es presidente de algo.  Generalmente, representa sólo gran cantidad de arduo trabajo.  Algunas veces, sin embargo, hay beneficios.  Como presidente de la Fundación Guadalupe, me dieron un pasaje gratis a México.
          Te estoy escribiendo desde el Santuario.  Es magnifico.  Durante mi hora santa estuve pensando.  ¿Qué es mejor, la visita que Nuestra Señora le hizo a Juan Diego o una hora santa en la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento?
          Las rosas florecieron en la nieve.  La imagen de Nuestra Santa Madre se imprime en una vestimenta pobre que ha perdurado por siglos.  Los científicos no pueden descifrar cómo fue que se imprimió esa imagen en la tilma.  Ella es la mujer vestida del sol.  El sol es el símbolo de su Hijo Eucarístico.  Dos corazones que laten al unísono.
          Veamos su pedido al obispo.  "Construir una capilla".  ¿Quién está en la capilla? ¡Su Hijo Eucarístico!  María lleva a todos sus hijos a la Eucaristía.
          La belleza de Guadalupe está siempre durante nuestra hora santa de oración.  No importa cuan frío estén nuestros corazones, las rosas de santidad florecen.  La fragancia de la santidad perdurará por toda la eternidad.  Cada momento que pasamos en Su Presencia, brotamos, crecemos y florecemos como las rosas en la nieve.
       Y con cada hora santa, una imagen nueva y especial se imprime indeleblemente en nuestra alma.  Esta imagen es mucho más linda que aquella del Santuario, a la que gente de todo e mundo acude y admira su belleza con imponente asombro.
       Después de cada hora santa que haces en Presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, querido Tomás, todos los ángeles del cielo miran extasiados la imagen impresa en tu alma.
       Pero, así como Juan Diego tuvo que esperar hasta que llegó al Palacio del obispo para darse cuenta de la linda e invalorable  posesión que traía, así también nosotros tendremos que esperar.  Entonces, al igual que Juan Diego, que se sorprendió al ve la imagen cuando abrió su tilma para mostrarle al obispo la rosas, de la misma manera nos quedaremos pasmados por toda la eternidad al ver el efecto de una sola hora santa de oración
       Esta es la razón por la cual Pablo VI señala en Misterium Fidei  que una sola hora santa de oración ante Jesús Sacramentad nos otorga "una dignidad, incomparable".  La gente busca la dignidad en la posición social, la seguridad económica, la popularidad o en la cantidad de títulos académicos.  Como aquella canción que dice: "todos buscan el amor en los lugares equivocados" ("looking for love in all the wrong places").  La dignidad se encuentra en la Presencia del Ser Supremo que nos eleva más y más hacia Él.  La altura y el prestigio de nuestra verdadera dignidad se halla en el grado de unión que tenemos con Cristo en el Santísimo Sacramento.
       De ahí que en mi oficina tengo una imagen de tamaño natural de Nuestra Señora de Guadalupe, para que me recuerde dónde reside mi verdadera dignidad.
       Barth Bracy es un americano que vino hace poco a mi despacho con su amigo Miguel.  Hace un par de años un laico muy santo llamado Dan Lynch llevó a la casa de Barth, a pedido de su madre Lynda, una imagen peregrina de Nuestra Señora de Guadalupe.  Esto fue algo que le impactó profundamente a Barth y le ayudó a cambiar su vida.  Ahora estudia en el seminario para ordenarse como Sacerdote de los Misioneros del Santísimo Sacramento.

Fraternalmente tuyo
en Su Amor Eucarístico,
                                                                      
                                                                       Mons.  Pepe

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