lunes, 30 de septiembre de 2019

Octubre Mes del Rosario

El Santo Rosario


Octubre: mes del Rosario.

San Pío V atribuyó la victoria de Lepanto, el 7 de octubre de 1571 -con la cual desaparecieron graves amenazas para la fe de los cristianos-, a la intercesión de la Santísima Virgen, invocada en Roma y en todo el orbe cristiano por medio del Santo Rosario, y quedó instituida la Fiesta que se celebra el mismo día. Con este motivo, fue añadida a las Letanías la invocación Auxilium Christianorum. Desde entonces, esta devoción a la Virgen ha sido constantemente recomendada por los Romanos Pontífices como "plegaria pública y universal frente a las necesidades ordinarias y extraordinarias de la Iglesia santa, de las naciones y del mundo entero".
Siempre, pero especialmente en el mes de octubre, que la Iglesia dedica a honrar a Nuestra Madre del Cielo especialmente a través de esta devoción mariana, hemos de pensar con qué amor lo rezamos, cómo contemplamos cada uno de sus misterios, si ponemos peticiones llenas de santa ambición, como aquellos cristianos que con su oración consiguieron de la Virgen esta victoria tan trascendental para toda la cristiandad. Ante tantas dificultades como a veces experimentamos, ante tanta ayuda como necesitamos en el apostolado, para sacar adelante a la familia y para acercarla más a Dios, en las batallas de nuestra vida interior, no podemos olvidar que,"como en otros tiempos, ha de ser hoy el Rosario arma poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar a todas las almas".
El Rosario "es una conversación con María que, igualmente, nos conduce a la intimidad con su Hijo". La vida de Jesús, por medio de la Virgen, se hace vida también en nosotros, y aprendemos a amar a nuestra Madre del Cielo:
Tú que esta devoción supones
monótona y cansada, y no la rezas
porque siempre repite iguales sones...
tú no entiendes de amores y tristezas:
¿qué pobre se cansó de pedir dones,
qué enamorado de decir ternezas?
Palabras de Sor Lucía, vidente de Fátima.
El 26 de Diciembre de 1957, el Padre Agustín Fuentes, Postulador de la Causa de Beatificación de Francisco y Jacinta Marto, entrevistó a Sor Lucía Dos Santos, vidente de las apariciones de Fátima. En el curso de esa entrevista, le dijo Sor Lucía al Padre Fuentes:
"… La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el Inmaculado Corazón de María…"
"… Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario, de tal manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario".
"Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso, el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no recemos el Santo Rosario".
"Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros".
"El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos".

Mi Defecto Dominante | Perseverancia - P. Gustavo Lombardo