sábado, 9 de julio de 2016

En la enfermedad...


enfermos

Mensaje de confianza

Confiar aún en la enfermedad.
“Confianza”, decía [Jesús] también a la enferma abandonada que sólo de Él esperaba la cura, “tu Fe te ha salvado”.
(De "El Libro de la Confianza", P. Raymond de Thomas de Saint Laurent)
Comentario:
Es fácil confiar en Dios cuando estamos rebosantes de salud y la vida nos sonríe. Pero es más difícil confiar en Dios y en su bondad infinita cuando nos sobreviene alguna enfermedad. Nos sentimos “castigados” por Dios, y como le sucedió al mismo Job, hasta nuestros amigos piensan para sus adentros que si nos sucede eso, será porque algo malo debemos haber hecho.
¡Qué distintos son los caminos de Dios a los caminos de los hombres! ¡Cómo ve distinto Dios a como ve el hombre!
¡En el Cielo nos vamos a llevar tantas sorpresas!
Porque hay que saber que una enfermedad bien llevada, generalmente nos hace ganar el Paraíso a nosotros y a muchos otros; y que la buena salud, en cambio, ¡a cuántos ha perdido para siempre en el abismo del Infierno!
Muchos solo quieren la buena salud para gozar más y más contra la Ley de Dios. Y a veces lo obtienen, porque el demonio, que es causa de todo mal, los preserva de la enfermedad para tenerlos en el Infierno y torturarlos por los siglos de los siglos.
¡Cuántas veces una enfermedad o dolor es como un sacudón que nos hace despertar de la vida de pecado que llevábamos y nos hace volver al buen camino!
Confiemos en Dios. Pidámosle en la oración que nos cure si estamos enfermos, pero solo si es de su agrado y voluntad, y si es un bien para nosotros, es decir, para alcanzar el Cielo.
Confiemos en Dios a pesar de las apariencias, porque sabemos que Dios todo lo puede y es Bueno, y no quiere nuestra ruina, sino que con la cruz nos ganemos el Paraíso.

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