jueves, 28 de marzo de 2013

29ª Día del Mes en Honor de San José


MES EN HONOR DE SAN JOSÉ
                                                             

                                Pensamientos e invocaciones

Día 29º- Modelo de vida doméstica. Oh San José, en la Familia de Nazaret asumiste plenamente tu rol de padre, con espíritu de colaboración y de humildad.
         
Haz, oh San José, que los padres sepan unir todas las potencialidades del amor humano, a las de una sana y adecuada espiritualidad.

“La Vara Florecida”

“... en el día en que María cumplió catorce años, todos los varones descendientes de la casa de David, se reunieron en el templo.   El Señor Dios habló al corazón del Sumo Sacerdote inspirándole a que pusiera una vara seca en las manos de cada uno de los hombres presentes y les pidiera que rezaran con fe viva solicitando al Altísimo que lo eligiera como Esposo de María.    Ellos lo hicieron con agrado porque el suave aroma de la virtud y nobleza de la doncella, como la fama de su belleza y modestia, era bien conocida por todos.

Entre ellos, solo el humilde y recto José pensaba no ser digno de  grande distinción; recordando   además el voto de castidad que había realizado y reafirmado su perpetuo cumplimiento, se entregaba a la voluntad de Dios, dejando todo a Su disposición y al mismo tiempo que sentía veneración y estima por la noble doncella María, mayor que la de todos los presentes.

Mientras estaban sumidos en profunda oración, la vara seca que José sostenía entre sus manos, floreció y al mismo tiempo una paloma del más puro color blanco y resplandeciente con admirable luz descendió sobre la cabeza del Santo, mientras el Señor Dios, hablaba en el interior de su corazón: “José, mi siervo, María será tu Esposa, acéptala con respetuosa reverencia porque Ella halló gracia a mis ojos, siendo justa y de la mayor pureza de alma y cuerpo.  Tú debes hacer todo lo que Ella te pida.”

Ante esta divina manifestación, los sacerdotes declararon a San José como el Esposo elegido por Dios mismo para la doncella María...”
“... Y la vara del hombre que Dios escogiera florecería.   Una vara es un trozo de madera cortada en ambos extremos.    Por un extremo está deshojada y por el otro, sin raíces.  En otro tiempo estaba viva, ahora no corre sabia por ella.   No puede florecer ni dar fruto.   ¿Quién hace pues florecer la vara?.”

Es Dios quien lo hace.   Es Él quien pone el poder de la vida en una vara muerta.   No proviene de lo natural o de la propia capacidad, José pudo haber pintado la vara, podría haberla tallado, pero no podía hacerla florecer.   Nadie oyó jamás de una vara seca que floreciese, ni de una anciana que  concibiese.

Oración a San José”

San José, tú eres el árbol bendito por Dios, no para dar fruto, sino para dar sombra; la sombra protectora de María, tu esposa; la sombra de Jesús, que te llamó padre y al que te entregasteis del todo.   Tu vida, tejida de trabajo y de silencio, me enseña a ser eficaz en todas las situaciones; me enseña, sobre todo a esperar en la oscuridad, firme en la fe.   Siete dolores y siete gozos resumen tu existencia: fueron los gozos de Jesús y María, expresión de tu donación sin límites.    Que tu ejemplo me acompañe en todo momento: florecer donde la voluntad del Padre me ha plantado..., saber esperar, entregarme sin reservas hasta que la tristeza y el gozo de los demás sean mi tristeza y mi gozo.                                  Amén.

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