domingo, 2 de febrero de 2014

Historia sobre la Comunión en la mano - 2º Parte


LAS DECLARACIONES DE LOS CONCILIOS
SOBRE LA COMUNION EN LA MANO
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DE ROUEN:
El Concilio de Rouén (año 650) prescribe:
A ningún laico, hombre o mujer, sea dada la eucaristía
en la mano, sino en la boca.

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DE BIZANCIO:
El Quinto Concilio de Constantinopla (año 691) prohibió a los fieles darse la Comunión a sí mismos (que es lo que sucede cuando la Sagrada Partícula es colocada en la mano del comulgante) y decretó una excomunión de una semana de duración para aquellos que lo hicieran en la presencia de un obispo, un sacerdote o un diácono.
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DE TRENTO:
El Concilio de Trento (Dogmático) en fecha 11 de Octubre de 1551, (ses. XIII, c.8):

Siempre ha sido costumbre de la Iglesia de Dios, en la Comunión Sacramental, que los laicos tomen la comunión de manos de los sacerdotes, y que los sacerdotes celebrantes comulguen por sí mismos; costumbre que por razón y justicia debe mantenerse por provenir de la Tradición Apostólica.

El texto se refiere a la comunión en la boca, pues hacía ya muchos siglos que había sido prohibida en la mano.

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VATICANO II:
No se pronunció sobre la comunión en la mano (autocomunión).

Los documentos no contienen nada en absoluto acerca de este tema tan importante, y sin embargo muchísimas personas asocian erróneamente la Comunión en la mano con el Concilio Vaticano II.


LAS OPINIÓNES DE LOS SANTOS PADRES DOCTORES Y RELIGIOSOS DE LA IGLESIA

SANTO PAPA SIXTO I: (117, 126) Les recordó a los cristianos las reglas apostólicas y estableció que solamente los servidores del culto, los sacerdotes, podían tocar las Sagradas Formas.

TERTULIANO:(160-220) “Cuidamos escrupulosamente que algo del cáliz o del pan pueda caer a tierra. ” (De corona, 3 PL 2, 99)

SAN HIPÓLITO:(170-235) “Cada uno esté atento... que ningún fragmento caiga y se pierda, porque es el Cuerpo de Cristo que debe ser comido por los fieles y no despreciado” (Trad. Ap. 32.)

ORÍGENES:(185-254) “Con qué precaución y veneración, cuando recibís el Cuerpo del Señor lo conserváis, de manera que no caiga nada o se pierda algo del don consagrado. Os consideraríais justamente culpables si cayese algo en tierra por negligencia vuestra. ” (In Exod. Hom., hom. XIII, 3, Migne, PG 12, 391).

SANTO PAPA EUTIQUIANO: (275, 283) “Ninguna mujer puede acercarse al altar ni tocar el Cáliz del Señor. ”

SAN CIRILO:(315-387) “Recíbela cuidando que nada de ella se pierda, porque dime: si alguno te diese unas limaduras de oro ¿no las guardarías con toda diligencia procurando no perder nada de ellas? ¿No procurarás, pues, con mucha más diligencia que no se te caiga ninguna migaja de lo que es más precioso que el oro y las piedras preciosas?”.

SAN EFRÉN: (306-373) “Comed este pan y no piséis sus migas... una partícula de sus migas puede santificar a miles de miles y es suficiente para dar vida a todos los que la comen” (Serm. in hebd. s., 4, 4).

SAN BASILIO:(330-379) afirma claramente que sólo está permitido recibir la Comunión en la mano en tiempos de persecución o, como era el caso de los monjes en el desierto, cuando no hubiera un diácono o un sacerdote que pudiera distribuirla. “No hace falta demostrar que no constituye una falta grave para una persona comulgar con su propia mano en épocas de persecución cuando no hay sacerdote o diácono” (Carta 93). Lo que implica que recibirla en la mano en otras circunstancias, fuera de persecución, será una grave falta.

SAN AMBROSIO: (337-397) “Quien celebre el misterio en otra forma a la celebrada por Jesucristo no es una persona digna.”

SAN AGUSTÍN: (354-430) “Sería locura insolente, el discutir qué se ha de hacer cuando toda la Iglesia Universal tiene ya una práctica establecida.” (carta 54,6; a Jenaro.)

“Pero nadie se alimenta de esta carne, antes de haberla adorado. Pecamos si no la adoramos.”

SAN LEÓN, llamado Magno, Sumo Pontífice entre 440-461, en sus comentarios al sexto capítulo de San Juan, habla de la Comunión en la boca como del uso corriente: “Se recibe en la boca lo que se cree por la Fe.” El Papa no habla como si estuviera introduciendo una novedad, sino como si fuera un hecho ya bien establecido.

SAN GREGORIOtambién llamado Magno, Papa entre 590 y 604, en sus Diálogos (Roman 3, c 3) relata cómo el Papa San Agapito obró un milagro durante la Misa, después de haber colocado la Hostia en la lengua de una persona. También Juan el Diácono nos habla acerca de esta manera de distribuir la Santa Comunión por ese Pontífice.

SAN FRANCISCO DE ASIS: (1182-1226) “Sólo ellos, (los sacerdotes), deben administrarlo, y no otros.” (Carta 2ª, a todos los fieles, 35).

“Y cuando el sacerdote ofrece a Jesús en el altar y lo lleva a algún lado, todas las personas deberían doblar las rodillas y rendir al Señor, al Dios vivo y verdadero, alabanza, gloria y devoción.”

SANTO TOMÁS DE AQUINO:(1225-1274) Remarcó que el Más Sagrado solamente podía ser tocado por manos consagradas, excepto en el caso de “emergencias”.

“Porque debido a la reverencia hacia este sacramento, nada Lo toca, sino lo que es consagrado; de aquí que el corporal y el cáliz son consagrados, y así mismo las manos del sacerdote, para tocar este sacramento.” (Suma Teológica: Pt. III, Q.82, Art. 3).
Es decir, se falta a la reverencia debida a este Sacramento, cuando lo tocan manos que no están consagradas; doctrina que fue luego confirmada por el Santo PAPA JUAN PABLO II en Domenica Cenæ, como veremos luego.

JESÚS A SANTA BRÍGIDA DE SUECIA: (1373) “Mira, hija mía, les obsequié cinco cosas a mis sacerdotes, (…) y en el quinto lugar, el privilegio de tocar Mi Carne Más Sagrada con sus manos.”

SANTA CATALINA DE SIENA: (1380) Recibió del mismo Jesús la Sagrada Comunión en la boca.

SANTO CARDENAL JOHN FISHER:(MÁRTIR 1535) “Los tiempos de florecimiento o colapso en la historia de la Iglesia siempre estuvieron asociados con el manejo de la Sagrada Eucaristía.”

SAN JEAN-MARIE VIANNEY,CURA DE ARS: (1859) Una Hostia consagrada escapó de sus dedos y voló por sí sola a la boca de un comulgante que comulgaba por primera vez. Un hombre de poca fe que presenció este hecho se convirtió a partir de ese momento, y luego fue sacerdote.

PAPA LEÓN XIII:(1903) “En los casos de que la orden de la razón contradiga la vida eterna y la autoridad de Dios, está permitido desobedecer –en referencia a los hombres- con el fin de obedecer a Dios.”

SANTO PAPA PÍO X: (1914) “En el momento de recibir la Sagrada Comunión, uno debe ponerse de rodillas.”

“Cuando se recibe la Comunión es necesario estar arrodillado, tener la cabeza ligeramente humillada, los ojos modestamente vueltos hacia la Sagrada Hostia, la boca suficientemente abierta y la lengua un poco fuera de la boca reposando sobre el labio inferior.” (Catecismo de San Pío X).

Y Contestando a quienes le pedían autorización para comulgar de pie alegando que: los israelitas comieron de pie el cordero pascual les dijo:

“El Cordero Pascual era tipo (símbolo, figura o promesa) de la Eucaristía. Pues bien, los símbolos y promesas se reciben de pie, MAS LA REALIDAD SE RECIBE DE RODILLAS y con amor.”

Cuando estaba este santo pontífice en su lecho de muerte, en Agosto de 1914, y se le administró la Sagrada Comunión como Viático, no la recibió, y no le estaba permitido, en la mano: la recibió en la lengua de acuerdo a la ley y a la práctica de la Iglesia Católica.

PAPA PÍO XII: (1939) “Hay que reprobar severamente la temeraria osadía de quienes introducen intencionadamente nuevas costumbres litúrgicas, o hacen renacer ritos ya desusados, y que no están de acuerdo con las leyes y rúbricas vigentes.” (Mediator Dei, 17.)

PAPA PABLO VI: (1978) La Comunión en la mano comenzó en Holanda en 1965/66 como resultado del cuestionamiento de algunos laicos respecto de la verdadera presencia de Jesús en la Hostia Consagrada. Este cuestionamiento pareciera ser semejante a la “negación de la Divinidad de Cristo.” El Papa Pablo VI, en la encíclica MYSTERIUM FIDEI, rechazó la “Comunión en la mano”, como se la llamaba, como una “opinión falsa ya desparramada.” A partir de entonces, el Papa Pablo VI pidió a los obispos holandeses que escribieran a todos sus sacerdotes y “les dieran directivas para que volviesen, nuevamente, a la manera tradicional de recibir la Sagrada Comunión.” El Papa Pablo VI también se expresó contra el creciente mal uso del sexo en los matrimonios (píldoras, etc…), tres años más tarde, en su encíclica HUMANAE VITAE. Ninguna de estas instrucciones fue difundida por los obispos holandeses, y los sacerdotes de Holanda permanecieron sin ser censurados o castigados.

El texto original de la ya mencionada consulta a los Obispos sobre la comunión en la mano (La carta escrita el 28 de octubre de 1968) decía: “En nombre y por encargo del Santo Padre, me es grato comunicar...” Al leerlo, el Papa dijo al encargado de redactar la carta: ¿Grato? ¡No me es grato para nada! - Y corrigió el texto de la siguiente forma: “En nombre y por encargo del Santo Padre, es mi deber comunicar (...)” En esa misma carta el Papa corrigió otra frase añadiendo de su puño y letra lo que está en negritas y subrayado: “Por mandato explícito del Santo Padre que no puede dejar de considerar la eventual innovación con evidente aprensión

El mismo Pablo VI comenta así este último texto: “Consta que los fieles creían y con razón, que pecaban, según recuerda Orígenes, si, habiendo recibido el cuerpo del Señor, y conservándolo con todo cuidado y veneración, algún fragmento caía por negligencia." (Mysterium Fidei, 32)

PAPA JUAN PABLO II: (1978 - 2005) Luego de transcurridos 11 años de la Comunión en la mano, Juan Pablo II expresó:

“En varios países la comunión en la mano se ha vuelto la norma. Al mismo tiempo, las voces que expresan la falta de reverencia a las formas eucarísticas se están haciendo más fuertes – una falta de reverencia que debe ser respaldada no solamente por quienes la demuestran, sino por los Pastores de la Iglesia.”

En 1980, en Alemania, expreso: “No puedo estar a favor de la Comunión en la mano, y tampoco puedo recomendarla.” Dijo también que el sacerdote, “como servidor de la Sagrada Eucaristía y todas las formas Sagradas, tiene una responsabilidad primaria-primaria, porque es completa.”

“Tocar las Divinas sustancias es un privilegio de las personas ordenadas. Los laicos solamente pueden obtener dicho permiso en el caso de una verdadera emergencia.”

Y agrego:

“Ustedes podrán estar pensando: Pero yo mismo he visto al Papa distribuir la Sagrada Comunión en la mano. Esto es cierto. Sin embargo, cuando el Santo Padre distribuye la comunión en la mano, lo hace solamente porque, al encontrarse en un país donde la Conferencia de Obispos ha decidido desobedecer sus instrucciones al respecto, y las de su predecesor, no quiere oponerse a la Conferencia de Obispos y dar origen a posibles cismas por alusión al tema. Cuando los obispos desobedecen al Papa, no hay, es claro, culpa por parte de la comunidad laica - en el supuesto de que toda la información que hubieran recibido proviniera exclusivamente de los obispos de sus respectivas diócesis.”

Según consta, el Santo Padre, al visitas Francia en la década de 1980, se negó a dar la Sagrada Comunión en la mano al entonces presidente de Francia, Giscard d´Estaing y a su mujer, quien, antes del encuentro, abiertamente había anunciado que se enfrentaría al Papa. El Santo Padre no cedió, y su firmeza se vio reflejada en la televisión francesa.

Por otra parte, en Zagreb, Croacia, en septiembre de 1994, el Santo Padre ordenó que los sacerdotes auxiliares (en lugar de monaguillos) que lo acompañaban usaran grandes patenas a fin de atajar las partículas que cayeran mientras distribuía la Sagrada Comunión. Miles de personas vieron que, cuando los comulgantes intentaban alzar las manos, sus intentos se veían frustrados y debían elegir entre recibir de manos del Papa la Comunión en la lengua o golpearse con las enormes patenas.

Actuando así, el Santo Papa no daba alternativa a los feligreses. Nadie recibió la Comunión en la mano ese día, al menos no por parte del Santo Padre.

Y en Cracovia, Polonia, en junio de 1997, los sacerdotes que concelebraban en la Misa papal tampoco distribuyeron la Comunión en la mano.

  
SU SANTIDAD JUAN PABLO II NO ESTÁ A FAVOR DE QUE SE COMULGUE CON LA MANO INVOCANDO EL INDULTO

Entrevista al Santo Padre Juan Pablo II por la revista Stimme des glaubens durante su visita a Fulda (Alemania) en Noviembre de 1980

Periodista:Santo Padre, ¿Cuál es su opinión sobre la comunión en la mano?

A lo que el Papa responde:Hay una carta apostólica sobre un permiso especial válido para esto. Pero yo le digo a Ud. que no estoy a favor de esta práctica, ni tampoco la recomiendo. El permiso fue otorgado debido a la insistencia de algunos obispos diocesanos.

En su Carta “Domenica Cenæ”, de 24 de febrero de 1980, el Papa dice: “El tocar las Sagradas Especies y su distribución con las propias manos, es un privilegio de los ordenados”.

En la Instrucción “Inestimabile Donum” de la Congregación para el Culto Divino, sancionada el día 17 de abril del mismo año de 1980, el Papa reitera: “No se admite que los fieles tomen por sí mismos (autocomunión) el pan consagrado y el cáliz sagrado, y mucho menos que se lo hagan pasar de uno a otro”.

MADRE TERESA DE CALCUTA:(The Wanderer, 23 de marzo de 1982) “...el peor mal de nuestro tiempo es la Comunión en la mano.”

CARDENAL JULIUS DOPFNER: (1976) Poco tiempo antes de su muerte expresó: “De haber sabido que como consecuencia de la Comunión en la mano se generaría tanta falta de reverencia, nunca hubiese hablado a favor de ella. (…) Hoy en día uno recibe la Sagrada Comunión como uno recibía el agua bendita en el pasado. Durante dos años peleé a favor de la Comunión en la mano. Ahora que he visto los resultados, nunca más lo haría. Pero ahora no conozco forma alguna que pudiera dejar sin efecto lo que ha ocurrido. ¡Dejen de lado la Comunión en la mano!.”

CARDENAL FRANJO SEPER: (1981) Anterior Prefecto, Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.

“La Comunión en la mano no se trata, en mi opinión, de un tema de la forma, sino de un tema de fe y, por lo tanto, de una decisión de conciencia del sacerdote.” “Ninguna persona, luego de haberlo meditado en su conciencia, puede sentir la necesidad de recibir la Comunión en la mano.”

Por favor, pregúntate, querido católico, cuándo y por qué empezaste a recibir la Sagrada Comunión en la mano. Pregúntatelo verdaderamente, y luego deja que la oración te brinde la respuesta. ¿Se trató de una buena razón o, como muchas otras cosas de nuestra generación, comenzaste simplemente porque…
…“todos los demás lo hacían”?


SANTO PADRE PÍO DE PIETRENCINA: (1968) + Estigmatizado
“¿Cuán seguido se nos brinda este beso de paz en el Más Sagrado de los Sacramentos? Sí, debemos ansiar deseosos el beso de la boca divina; ¡mejor aún, estemos aún muy agradecidos!.”

He aquí lo que escribe el Padre (San) Pío a su director espiritual el 19 de marzo de 1913:

En la mañana del viernes me hallaba todavía en el lecho cuando se me apareció Jesús. Se hallaba de mala traza y desfigurado, y me mostró una gran multitud de sacerdotes religiosos y seculares, entre los cuales se hallaban varios dignatarios de la Iglesia. De ellos unos estaban celebrando, otros iban a celebrar y otros habían celebrado.

La contemplación de Jesús así angustiado me causó mucha pena, por lo que quise preguntarle el motivo de tanto sufrimiento. No obtuve ninguna respuesta. Pero miraba a aquellos sacerdotes hasta que, como cansado de mirarlos, retiró la vista y, con gran horror mío, pude apreciar que dos lágrimas le surcaban las mejillas. Se alejó de aquellos sacerdotes con expresión de gran disgusto y desprecio llamándolos macellai (carniceros) y, vuelto hacia mí, dijo:

-Hijo mío, no creas que mi agonía haya durado tres horas; no, yo estaré en agonía por motivo de las almas más favorecidas por mi, hasta el fin del mundo. Durante el tiempo de mi agonía, hijo mío, no hay que dormir. Mi alma busca una gotita de compasión humana pero ¡ay!, que mal corresponden a mi amor. Lo que más me hace sufrir es que éstos, a su indiferentismo añaden el desprecio y la incredulidad. ¡Cuántas veces estaba para acabar con ellos si no hubieran detenido mi brazo los ángeles y las almas enamoradas! Escribe a tu Padre espiritual y refieréle esto que has visto y has oído de mí esta mañana...-

Jesús continuó todavía, pero aquello que me dijo no podré manifestarlo a criatura alguna de este mundo.

Esta aparición me causó tal dolor en el cuerpo, y mayor todavía en el alma, que por todo el día sentí una gran postración, y hubiera creído morirme si el dulcísimo Jesús no me hubiera sostenido. Estos nuestros desgraciados hermanos corresponden al amor de Jesús arrojándose con los brazos abiertos en la infame secta de la Masonería. Roguemos por ellos a fin de que el Señor ilumine sus mentes y toque sus corazones.”

(Padre Pío da Pietralcina. Lettere al Padre Spirituale. Edizione Pro Sanctitate. Roma 1970)

KATHARINA EMMERICH:(1824) + Estigmatizada
Se la considera la más importante de las místicas alemanas. Ella vio cómo Jesús distribuía el pan en la boca de sus apóstoles.

TERESA NEUMANN:(1962) + Estigmatizada
Vivió unos 35 años sólo a base de Hostias Consagradas, y también vio a Jesús distribuir el pan en la boca de los apóstoles.

CARDENAL JOSEPH RATZINGER: (1988) Cuando era Prefecto, Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.

“Debemos reconquistar la dimensión de lo Sagrado de la Liturgia.” La implicación obvia es que “la dimensión de lo Sagrado” se ha perdido.

PAPA BENEDICTO XVI: El Papa explica por qué prefiere que los fieles comulguen en la boca y de rodillas:

“En principio no me opongo a la Comunión en la mano; La he administrado y recibido así yo mismo. La idea de pedir a la gente que se arrodille para recibir la Comunión en la lengua fue para subrayar la Presencia Real con signos de admiración. Hay un grave peligro de superficialidad debido al tipo de eventos masivos que se llevan a cabo en San Pedro, tanto en la Basílica como en la Plaza. He oído de gente que tras recibir la Comunión guarda la Hostia en su cartera como una especie de “recuerdito”. En este contexto, donde la gente piensa que se supone que todos han de recibir la Comunión (“los demás lo hacen así que yo también”), quise enviar una señal, que quedara claro: ¡Algo muy especial está sucediendo aquí! ¡Él está aquí! ¡Aquél ante quien caemos de rodillas! ¡Pongan atención! No se trata de un ritual social del que cualquiera que quiera puede participar...”


(Del libro “Luz del Mundo”: el Papa Benedicto XVI charla con Peter Seewald).

En la manera de tratar la liturgia es donde se decide el destino de la Fe y de la Iglesia”. “Estoy convencido de que la crisis eclesial en la que nos encontramos depende en gran parte del hundimiento de la liturgia.”
Papa Benedicto XVI

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