lunes, 30 de julio de 2012

¿Cómo debo comulgar?




                                                              DADA POR EL PADRE PIO

                                              Comunion_padre_pio

Explicación sobre la manera de comulgar
La ley es comulgar de rodillas. La autorización a hacerlo de pie y en la mano es una excepción a la regla, contra el deseo de la Cátedra de Pedro y contra la tradición de la Iglesia.
En los documentos que se citan a continuación queda claro que ningún Sacerdote, Obispo o Conferencia Episcopal tiene potestad para prohibir la ley. Jamás autorizó la Santa Sede prohibir comulgar de rodillas y en la boca, a conferencia episcopal alguna. Comulgar de rodillas es un derecho del fiel que sólo puede ser suprimido por el Papa.
Nadie puede prohibir comulgar rodillas y en la boca porque es un derecho del fiel y porque en definitiva es lo que sugiere la Santa Sede como una mejor forma de comulgar.
Si alguna vez un sacerdote ha dicho lo contrario, favor de corregirle fraternalmente, rezando antes por él. Si ha propagado el error públicamente, por ejemplo en una Misa o en el boletín parroquial, el corregirse públicamente muestra el amor a la Verdad y la virtud de la humildad.
Para corregir el error, al menos se debieran dedicar los mismos esfuerzos y medios que se utilizaron para propagarlo.
Ordenamiento del Misal Romano 2001, nro. 160, dice: “Después el sacerdote toma la patena o el copón, y se aproxima a los que van a comulgar, quienes de ordinario se acercan procesionalmente. No está permitido a los fieles tomar por sí mismos el pan consagrado ni el cáliz sagrado ni mucho menos que se lo pasen entre sí de mano en mano. Los fieles comulgan de rodillas o de pie, según lo establezca la Conferencia Episcopal. Cuando comulgan de pie, se recomienda hacer, antes de recibir el Sacramento, la debida reverencia, establecida por las mismas normas.”

Muchas Conferencias Episcopales (como la Argentina) no han establecido normas al respecto, pero las que lo hacen, deben hacerlas reconocer por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Ese dicasterio las reconoce, pero siempre, salvando el derecho de los fieles a comulgar de rodillas.

“Notitiæ”, la publicación oficial de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en su edición de noviembre-diciembre de 2002 (Nº 436), dice: “Aun en aquellos países donde esta Congregación ha aprobado la legislación local que establece el permanecer de pie como la postura para recibir la Sagrada Comunión, de acuerdo con las adaptaciones permitidas a las Conferencias Episcopales por la Instrucción General del Misal Romano n. 160, § 2, lo ha hecho con la condición de que a los comulgantes que prefieren arrodillarse no les será negada la Sagrada Comunión.”

“La Congregación está de hecho preocupada por el número de quejas similares que ha recibido desde varios lugares en los últimos meses, y considera que cualquier negativa de dar la Sagrada Comunión a un miembro de la feligresía, fundada en que se encuentra de rodillas para recibirla, es una grave violación a uno de los derechos más básicos del feligrés cristiano, a saber, el de ser ayudado por sus Pastores por medio de los Sacramentos (Código de Derecho Canónico, canon 213)”.

“En vista de la ley que establece que ‘los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos’ (Código de Derecho Canónico, canon 843, § 1), no debe negarse la Sagrada Comunión a ningún católico durante la Santa Misa, excepto en casos que pongan en peligro de grave escándalo a otros creyentes, como el pecador público o la obstinación en la herejía o el cisma, públicamente profesado o declarado.”

SAN EFRÉN: 'Comed este pan y no piséis sus migas, ... una partícula de sus migas puede santificar a miles de miles y es suficiente para dar vida a todos los que la comen.' (Serm. in hebd. s., 4, 4.). Este texto es comentado por el PAPA PABLO VI: «Consta que los fieles creían, y con razón, que pecaban, como nos recuerda Orígenes, si, habiendo recibido el cuerpo del Señor, y conservándolo con todo cuidado y veneración, algún fragmento caía por negligencia. ' » (Mysterium Fidei, 32.)
Recordando que Jesús está entero en cada partícula (miguita visible) y que cada partícula merece el respeto del Rey del universo y Amor de los Amores, la comunión en la mano es peor por varias razones:
· Mayor posibilidad de maltrato a la Eucaristía:
o Mayor posibilidad de secuestro de Jesús (llevarse la Hostia a casa) y de robo para sectas satánicas y misas negras
o Posibilidad de que se comparta con alguien (caso madre que da a hijita)
o Pérdida de partículas en la mano que hace de patena (a veces ni siquiera se pone cuidado en ésto)
o Pérdida de partículas en los dedos que la agarran
o Nadie se lava las manos inmediatamente para evitar posibilidad de que haya quedado partículas, cosa que sí hace (o debiera hacer) el Sacerdote
o Nadie se lame las manos o dedos por si quedaran partículas (sino comulgaría en la boca)
o Riesgo de pérdida de partículas y de no alcanzar una Hostia que se cae porque la mano obliga a poner la patena más abajo (incluso no usan bandeja o patena a pesar de lo prescripto por la Santa Sede por ejemplo en Redemptionis Sacramentum)
o Mayor riesgo de pérdida de partículas al hacerse dos trayectos en vez de uno: del Sacerdote a la mano y de la mano a la boca
· Falta de respeto y pérdida del sentido de lo sagrado:
o La Hostia es tocada por manos no ordenadas (Sacerdote o diácono): en lo posible, Jesús merece ser tocado únicamente por manos consagradas (es lo que pide la Iglesia en Redemptionis Sacramentum)
o No considerarse digno de tocar a Cristo muestra respeto como la hemorroísa que apenas se dignó a tocar los flecos de su manto cuando todo el resto lo toqueteaba (cabe recordar que de todos los que le tocaron sólo ella que no se dignó a hacerlo fue la que recibió su “fuerza” y su sanación)
o Casi la totalidad de quienes comulgan en la mano no hacen la debida reverencia solicitada por la Santa Sede en el Misal (al menos una inclinación de cabeza). Quienes comulgan de rodillas no deben hacer reverencia porque esa es de por sí una mejor reverencia que inclinar la cabeza.
o Algunos incluso intentan arrancar la Hostia de las manos del Sacerdote,
o Algunos se llevan la mano en que se depositó directamente a la boca, mostrando que no fueron preparados o no comprendieron.
o Todos vienen de la calle con las manos sucias: es curioso que nos lavamos las manos para comer cualquier comida pero consideramos que no lo amerita el Pan del Cielo. Para los hipocondríacos, aprensivos y maniáticos es importante hacerles saber que jamás alguien se va a enfermar por comulgar en la boca: Jesús es la salud del mundo.
· Desidia y falta de control de abusos: la mayoría de quienes comulgan en la mano lo hacen de espaldas al sacerdote camino a su banco sin seguir los lineamientos de comulgar frente al Sacerdote

Testimonio sobre la obligación de la reverencia
Conozco un sacerdote que niega la comunión a quien no haga la reverencia. Pero lo importante es que no lo hace sin más y sin explicación. Sino que, siempre (aunque a los que asistimos a sus misas con alguna frecuencia nos parezca algo repetitivo), antes de iniciar la distribución de la Sagrada Eucaristía, explica a todos que esa reverencia es absolutamente necesaria como una muestra de respeto y adoración al Señor, y que todos los que deseen comulgar la tendrán que hacer. Cuando llega alguien al frente de la fila, y no la hace, el sacerdote simplemente le retiene la Sagrada Forma mientras le indica, ya sea con un ademán o verbalmente que se le está olvidando la reverencia; de modo que, al final, todos la hacen.
ESTO es la Nueva Evangelizació n: no se trata tan sólo de 'mostrar', ni tan sólo de exigir el símbolo o la acción. Sino se trata de explicar su contenido de manera expresa. Pues, de lo contrario, el símbolo queda como una mera acción externa, un cascarón sin contenido. En cambio, si el sacerdote (o el laico evangelizador) explica e instruye, el símbolo adquiere toda su fuerza y contenido.

¿Por qué se comulgó en la mano durante más de mil años? 
Una explicación podría ser que se tardó ese tiempo en inventarse e introducirse la hostia en forma de oblea, pero una vez introducida la “tecnología”, toda la Iglesia cambió a la comunión en la boca. Otra explicación es que la liturgia fue descubriendo mejores formas de honrar a Cristo presente en la Eucaristía.
¿quieres ser Santo? ¿Amas a Dios sobre TODAS las cosas? No hay un sólo Santo que recomiende la comunión en la mano luego de ese período. Ni uno sólo! Los Santos tienen visión más clara de la Verdad porque tienen menos pecados que la enturbian y están más cerca de la Verdad… y viceversa!

¿Por qué Jesús no introdujo la oblea?
Porque no era su misión sino la del hombre: “dominar la tierra”. Jesús, que lo sabía TODO, no nos dejó el conocimiento para fabricar medicamentos y todas las innovaciones tecnológicas que hubieran curado y alimentado a millones: ¿por qué habría de hacerlo con la oblea?

Comunión en la mano: anti-ecuménico
Otro argumento interesante: prohibir la comunión de rodillas y en la boca atenta contra el espíritu ecuménico, no sólo porque hay ritos Católicos que prescriben esa modalidad sino porque nuestros hermanos Ortodoxos no comulgan en la mano.
Los protestantes sí reciben en la mano el simulacro de comunión porque ellos no tienen la presencia real de Cristo en la Eucaristía. La comunión en la mano en realidad se ha re-introducido en la Iglesia imitando la falta de fe del protestantismo, que no cree en la presencia Real de Cristo, y por eso es un retroceso litúrgico.

¿Es una pérdida de tiempo?
Antes los fieles que comulgaban de rodillas rodeaban el altar y el Sacerdote iba de fiel en fiel en un semicírculo: mientras se iba un fiel se acercaba otro y para cuando el Sacerdote regresaba de la “ronda” ya estaba bien ubicado y listo para comulgar. Este sistema era mucho más rápido que la comunión de pie.
Bajo la organización actual comulgar de rodillas retrasa la distribución de la Comunión. Esto no sería así si se pusiera el más mínimo interés en permitir comulgar de rodillas.
La solución más simple es hacer 2 filas para comulgar: mientras se da a uno, se ubica el de la otra fila y de esta forma no se pierde tiempo alguno si alguien quiere arrodillarse. Sólo es necesario dejar más espacio en el corredor que posibilite 2 filas de llegada y dos de salida.
Aún si no se hicieran cambios, la demora en la distribución no debe ser considerado una desventaja: da más tiempo para rezar fervorosamente para prepararse mejor para comulgar y para agradecer mejor semejante visita. El problema es cuando los cantos no ayudan a concentrarse en la oración (por ejemplo cuando la letra nada tiene que ver con la oración debida a ese momento), pero eso da para otro artículo.
A Dios se le debe todo el tiempo que sea necesario.

ConclusiónEs mejor comulgar de rodillas, en la boca y de manos consagradas (Sacerdotes y diáconos pero no ministros de la Comunión si existe la opción de los anteriores) porque demuestra más respeto y amor a la Eucaristía, es decir a Jesús, al Papa y a la Iglesia.
Lo que no busca agradar a Dios, agrada a Satanás. ¿A quién quieres agradar?
Según Redemptionis Sacramentum es una tarea gravísima para todos (incluso fieles) denunciar y corregir abusos.



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