viernes, 13 de julio de 2012

Sabias que!!!


Penitencia del Viernes

"¡El viernes debe ser un día de auto negación, ahora y para siempre!"
 Nuestra Señora 28 de Febrero, 1971
 

PENITENCIA DEL VIERNES

Tal como lo indica claramente el mensaje de Nuestra Señora de las Rosas, “¡El viernes debe ser un día de auto negación, ahora y para siempre!”  Desde el inicio de la Iglesia el viernes ha sido un día de auto negación en honor a la crucifixión de Cristo el Viernes Santo. Esta tradición está explicada en la Enciclopedia Católica:
Desde el inicio de la cristiandad, el viernes ha sido señalizado como un día de abstinencia, para poder hacerle homenaje a la memoria de Cristo, quien sufrió y murió en ese día de la semana.  La “Enseñanza de los Apóstoles” (viii), Clemente de Alejandría (Strom. VI, 75), y Tertuliano (De jejun., xiv) hacen mención explícita de esta práctica.  El Papa Nicolás I (858-867) declara que la abstinencia es prescrita los días viernes.  Existe toda razón en conjeturar que Inocente III (1198-1216) tuvo en mente la existencia de esta ley cuando dijo que esta obligación queda suprimida cada vez que el Día de Navidad cae en un viernes  (De observ. jejunii, ult. cap. Ap. Layman, Theologia Moralis, I, iv, tract. viii, ii).  Además, la manera en la cual se originó en la Iglesia Católica la costumbre de abstenerse los sábados es una evidencia sorprendente de la temprana institución de los viernes como días de abstinencia.  (La Enciclopedia Católica, “La Abstinencia”)
 
 
Muchos católicos de hoy no saben que existe una obligación de abstenerse de comer carne los días viernes de todo el año.  A pesar que es cierto que el Código de la Ley Canónica permite la sustitución por otra práctica penitencial, autorizada por la Conferencia Nacional de Obispos Católicos (NCCB), no se ha definido dicha práctica penitencial sustituta. Como consecuencia, muchos católicos han hecho a un lado la costumbre respetable de la Iglesia. Pocos son los cleros que le informan a los fieles sobre la obligación de la penitencia los viernes.
     
Si se le preguntara a un católico promedio si él / ella se abstiene de comer carne los viernes (o si sustituye por otra práctica penitencial significativa) diría que no.  Si se le preguntara por cuál práctica penitencial ha sustituido el o comer carne, comúnmente diría  ninguna.

El clero católico ha desatendido enseñarle a los fieles sobre el requerimiento obligatorio de abstenerse de comer carne todos los viernes del año, o de sustituir esto por otra observancia.  El clero ha pecado por omisión.  Deberá notarse que aún la 
variancia del Papa Pablo VI en Paenitemini del 17 de Febrero, 1966, no abrogó (terminó) la obligación de por lo menos sustituir por otra forma de práctica penitencial.

EL CÓDIGO DE LA LEY CANÓNICA

El Código de la Ley Canónica indica que los católicos se tienen que abstener de comer carne los viernes durante todo el año, no solamente durante cuaresma:
Canon 1250 – Todos los viernes de todo el año y durante la Cuaresma, son días y tiempos de penitencia en toda la Iglesia Universal.

Canon 1251 – Los días viernes durante todo el año ha de haber abstinencia de comer carne u otro alimento de acuerdo a las prescripciones de la conferencia de obispos, a menos que sean solemnidades; han de observarse abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el viernes de la Pasión y Muerte de Nuestra Señor Jesucristo.
Canon 1253 – La conferencia de los obispos ha de determinar con más precisión la observancia del ayuno y la abstinencia y sustituir todo o en parte el ayuno y la abstinencia por otras formas de penitencia, especialmente trabajos de caridad y  ejercicios de piedad.

LOS OBISPOS AMERICANOS LE SOLICITARON UN CAMBIO AL VATICANO 
Los obispos de los Estados Unidos le pidieron imprudentemente al Vaticano una alternativa que puedan hacer de la abstinencia de carne los viernes, así como más adelante buscaron imprudentemente una alternativa a la ley sobre la Comunión en la lengua.  Tal como lo notó Santo Tomás de Aquino, es malo buscar innecesariamente un cambio en la ley existente, debido a que la prontitud de cambiar de leyes antiguas a leyes nuevas debilita el poder de la ley. Cuando se cambia una ley, se disminuye el poder obligante de la ley, debido a que es abolida la costumbre.  Por lo tanto, la ley humana nunca debería cambiarse, a menos que, de una u otra manera, el bien común sea compensado de acuerdo al grado del daño hecho por la ley cambiante (Santo Tomás, S.Th., I-IIae, q. 97, a. 2 c.).  Está claro que el bien común tampoco quedó servido con este cambio;  en vez, los fieles católicos han quedado grandemente confundidos con este cambio y ha caído en desuso la tradición de 2,000 años de la penitencia de los viernes.
La Conferencia Nacional de Obispos Católicos, en su documento pastoral del 18 de Noviembre, 1966, declaró:
Los Católicos en los Estados Unidos son obligados a abstenerse de comer carne el Miércoles de Ceniza y todos los viernes durante la Cuaresma.  También son obligados a ayunar el Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.  Se recomienda fuertemente una observancia auto-impuesta de ayuno durante todos los días de la semana en lo que es la Cuaresma. . Se recomienda especialmente la abstinencia de carne roja todos los viernes del año a todos los individuos y a la comunidad Católica como un todo.
La declaración completa puede encontrarse en el Compendio de la Ley Canónica (CLD 6, 679--684).

El efecto potencialmente engañoso de esta declaración de la NCCB es que muchos Católicos erróneamente creen que ya no están obligados a hacer penitencia los viernes, a pesar que esta obligación continúa en  pleno vigor (por la autoridad superior del Santo Padre, el Papa, quien no ha abrogado la obligación de la penitencia de los viernes).  Muchos de los fieles Católicos, en la práctica han malinterpretado la ley de la Iglesia y erróneamente concluyeron que ya no se requiere la penitencia todos los viernes.
Para darse cuenta de la magnitud de la confusión entre los laicos Católicos, pregúntele a unos cuantos Católicos sobre la penitencia que ellos hacen los viernes, tal como lo requiere la ley Eclesiástica.  Muchos Católicos ignoran o voluntariamente desobedecen esta obligación.  El fracasar voluntariamente en observar las leyes sobre ayuno y abstinencia de la Iglesia sería un pecado en contra del Tercer Mandamiento, y sería un asunto a confesar.
El Mensaje de Nuestra Señora de las Rosas les hace un recordatorio a los fieles católicos sobre esta obligación, la cual ha existido desde el tiempo de Cristo y los Apóstoles, y la cual todavía está en efecto. 
"Hijos Míos, el infierno y el purgatorio - ¡olvidados!  La muerte de Mi Hijo sobre la cruz – olvidada, y vosotros eleváis felizmente vuestras voces llamándolo El Salvador, y ¡pensáis que todos se salvarán sin penitencia, expiación y sacrificio!  ¿Será que pecaréis y siempre se os perdonará sin penitencia? ¡No, os digo!  Solamente unos pocos serán salvados.  Muchos son los llamados pero pocos los escogidos." – Nuestra Señora, 9 de Abril, 1977


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